Tras estudiar un poco la comunicación "profesional", la destinada a la comunidad científica, con todas sus formalidades y rigideces, cambiamos de tercio. Vamos ahora con la comunicación al público en general, una modalidad mucho más libre de ataduras formales pero no por ello más sencilla.
La primera cuestión que surge es ¿por qué hay que comunicar al público? No es nada obvio. En el caso anterior estaba claro que sin publicación no hay descubrimiento y tampoco mérito para el investigador, así que no había duda, pero ¿qué se gana con comunicar al público? Iremos volviendo sobre esta cuestión.
Vamos comenzar echar un vistazo general a la comunicación de la ciencia al público en general, son las transparencias de una charla sobre el tema de hace unos años, creo que es bastante autoexplicativa:
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En la presentación anterior las razones para dedicar tiempo a la divulgación quedaban un poco cojas. Faltan los dos argumentos más potentes. La divulgación es una obligación moral por dos razones:
1.- Al estar financiada con fondos públicos, se le debe devolver el resultado a los contribuyentes
2.- Aún no siendo pública, el conocimiento es un derecho humano:
Esto de los Derechos Humanos en ocasiones suena a buenismo de los años 60, a brindis al sol, a hippies, a Mafalda... Sin embargo, en mi opinión, son uno de los mayores logros de la humanidad. La idea de ir estableciendo unos mínimos para toda la especie en todo el planeta es sencillamente maravillosa.
Dentro de la estructura de los tratados internacionales que conforman esos
Derechos Humanos (que arranca formalmente con
la declaración universal de 1948), en 1966 se aprobaron dos pactos internacionales, uno de ellos el
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. (ver
BOE de 1977 en que se adopta como legislación Española).
En el artículo 15 de dicho pacto se puede leer :
(Apartado 1) "Los Estados .. reconocen el derecho de toda persona a gozar de los beneficios del progreso científico.."
(Apartado 2) ".. Los Estados .. deberán .. asegurar .. la difusión de la ciencia y de la cultura"
Es muy lógico que en una sociedad cada vez más basada en la ciencia y la tecnología, el disfrute de esos avances sea cosa de todos. También lo es que para tomar decisiones democráticas en esa sociedad, la ciudadanía necesite un razonable entendimiento de las cuestiones sobre las que habrá de decidir. Pero que esa lógica se vea plasmada en textos legales internacionales es fantástico.
Y esto lo descubrí en la charla de la genial Natalia Ruiz Zelmanovitch (
VER AQUI) en Naukas16
Yo soy yo y mis circunstancias digitales:
A comienzos de 2016 vino Miquel Durán a Pamplona a darnos una charla sobre la integración del mundo digital en la actividad de un científico. Para él la actividad científica, la divulgativa y la presencia digital son tres facetas de lo mismo. Pocas personas transmiten de una forma tan intensa y motivadora. Es una charla larga para ver en vídeo (en directo gana mucho), pero podéis ver el comienzo y saltar aquí y allá para haceros una idea, en la medida en que os resulte interesante podéis profundizar más o menos.
(Las transparencias de la charla, por si alguien quiere verlas en más detalle, están aquí)
TWITTER
Para terminar, un vistazo a la idea de que twitter no solo es un campo de batalla político, también es útil en este mundillo. Desde que ya no es twitter sino X y su nuevo dueño introdujo todos esos cambios desastrosos la cosa ha cambiado a peor, pero sigue existiendo un "tuiter científico".
Aunque el artículo es anterior a ese cambio, sirve para hacerse una idea del papel de las redes en la ciencia:
Un artículo de Naure en el que se analiza el uso que hacen los científicos de las redes sociales, cuales y para qué cosas.
Sorprendentemente ( o quizá no tanto) parece que tuiter es la más
usada, para más cosas y con más naturalidad. El gráfico interactivo que
tiene está muy bien, merece la pena echarle un vistazo.
Una lista de tuiter con fuentes relevantes para la asignatura que nos ocupa (un poco más amplia en realidad) se puede ver aquí.